
Flora e invertebrados de Madrid
En esta ruta empezaremos por conocer aquellas especies que constituyen la base de la cadena de alimentación las plantas y los insectos.
En Madrid hay un caso muy especial, un escarabajo endémico y poco abundante, que ha sido encontrado en una rama de majuelo en Arganda del Rey.
El majuelo o espino blanco es un arbusto, protegido que podemos encontrar si sabemos dónde buscar, en este caso, es fácil encontrarlo en suelos pedregosos y poco soleados en los picos de las montañas que se elevan mas allá de los 1500 metros. Aparece asociado a otras especies vegetales como el espino albar, el quejigo y algunos pinos.
De las alturas, bajamos para encontrar a uno de los mayores símbolos de Madrid, el madroño.
El madroño, el otro elemento del escudo de Madrid, también se vio afectado por un aprovechamiento abusivo en el pasado, la madera es un muy buen combustible y con sus raíces se consigue un carbón vegetal de gran calidad, llamado «breña».
Por suerte, la Comunidad de Madrid se ha comprometido a salvar a esta especie emblemática, con un proyecto en el que han obtenido unas semillas de alto valor a partir de un ejemplar centenario y planean plantar unos 10.000 ejemplares.
¿Te gustaría conocer más a fondo este árbol tan especial?

Conoce al madroño, el árbol de Madrid
Su nombre Arbutus Unedo, Arbutus que significa “mata”, debido a su forma similar a la de un arbusto y Unedo que quiere decir “comer solo uno”, esto se debe a que su fruto, también llamado madroño, contiene una cantidad considerable de alcohol, esta característica ha sido muy popular en la cultura madrileña, según se cuenta, el rey Felipe IV tomaba un licor, a base de madroño, que el mismo había mandado a inventar a los frailes benedictinos. Este licor aún puede tomarse en la Taberna El Madroño de Madrid.
Madrid tiene bastantes Madroños centenarios, catalogados como “Árboles Singulares”, el más longevo se encuentra en el transitado Paseo del Prado, junto al Monumento a los Héroes del 2 de mayo. ¡Recuerda visitarlo durante su época de floración, entre Octubre y Noviembre!
Pero si lo que te apetece es disfrutar del madroño en plena naturaleza, te recomendamos visitar Mi Jardín Ibérico, un parque botánico de entrada libre, situado a menos de 50 km de Madrid, donde se organizan una gran cantidad de actividades, excursiones y picnics, tanto en primavera como en otoño.
En sus instalaciones, pequeños y adultos pueden disfrutar también de la compañía de animales de granja como burros y gallinas, además tienen un proyecto de recuperación de una raza de gallina autóctona de gran valor cultural, la gallina castellana.
Y ya que hablamos de animales, vamos a cambiar el rumbo de nuestra ruta para dirigirnos al epicentro de las ciencias naturales de nuestro país, una parada inexcusable en esta ruta.
El Museo Nacional de las Ciencias Naturales de Madrid
Este Museo es, a su vez, uno de los institutos de investigación más importante de España y cuenta con una gran cantidad de colección y especímenes:
Biodiversidad
Nada más entrar, nos recibe el esqueleto de una ballena rorcual de unos 25 metros de longitud, que fue hallada sin vida en las costas de Marbella.
Debajo de este impresionante esqueleto, encontramos la exposición, donde se explican conceptos básicos de lo que significa biodiversidad, la evolución y las extinciones masivas por causas naturales, así como la extinción actual derivada de nuestra actividad.

Mediterráneo, naturaleza y civilización
Al salir de la exposición de biodiversidad, encontramos la exposición del mediterráneo, con una gran variedad de especímenes terrestres y marinos.
Atención a esta exposición porque podrás encontrar un espécimen de calamar gigante de 7 metros de longitud, hallado en las costas de Fuengirola.

Real Gabinete de Historia Natural
Desde la exposición del mediterráneo, podemos bajar al sótano donde encontramos el Real Gabinete de Historia Natural, la colección más antigua, fundada por el rey Carlos III.
Una de las joyas de la colección es elefante asiático Elephas maximus, uno de los ejemplares naturalizados más antiguos, en el arte de la taxidermia. La piel preparada en salazón, cubre una escultura de madera.

Minerales, Fósiles y Evolución Humana
Si te gusta la Geología, no puedes dejar de visitar la otra área del MNCN, donde podrás encontrar una exposición sobre minerales, fósiles y evolución humana, así como el Jardín de Piedras.
La exposición es un viaje a través de la historia de la Tierra, 4.500 millones de años concentrados en un recorrido de fósiles de todas las eras geológicas. Los esqueletos de dinosaurios y grandes mamíferos son los protagonistas de la exposición.

Actividades respetuosas de observación de fauna salvaje
De nuevo, nos alejamos un poco de la ciudad para sumergirnos en el Monte del Pardo, uno de los pulmones de Madrid a escasos 30km del centro.
Entre la fauna que podemos encontrar, tenemos numerosas especies de aves y mamíferos, como los ciervos, que son los protagonistas de nuestra siguiente y última aventura, la berrea.
Las primeras lluvias traen consigo la llegada del otoño y es entonces cuando comienza una de las épocas más intensas para los ciervos, la época de reproducción.
Durante este periodo se pueden ver imponentes luchas entre machos para determinar que ejemplares podrán reproducirse. Otra de las demostraciones de fuerza, que tanto gusta a los amantes de la naturaleza, es la berrea un fuerte sonido que emiten también durante esta época.

¿Te gustaría vivir la experiencia de la berrea en Madrid?
Hay empresas que ofrecen rutas adaptada para toda la familia, que comienza con un recorrido de unos 3km, una experiencia completa en la que aprenderás a interpretar la naturaleza, identificar y analizar flora local, así como rastros de animales, huellas, pelo, excrementos…
Una vez en el punto de observación, con ayuda de prismáticos y telescopios facilitados por los guías, tratarás de ver y escuchar a los ciervos y a otros habitantes de este espacio natural: gamos, jabalís, águila imperial, buitre negro, buitre leonado, garza real… ¡Déjate sorprender por la naturaleza!
A la caída del sol, comienza la ruta de vuelta, donde con suerte puedas ver y escuchar alguna de las rapaces nocturnas de la zona, como el búho real o el cárabo. Esta ruta de berrea en Madrid es cómoda y estará compuesta con varias paradas de observación.
Lo mejor para el final, con esta aventura finalizamos esta ruta de naturaleza en Madrid, esperamos que la hayas disfrutado y que te lleves una experiencia única de respeto y acercamiento a la naturaleza.